Los procedimientos penales son el conjunto de acciones legales que los jueces emprenden para aplicar la autoridad sancionadora del Estado. Su objetivo es investigar delitos, identificar a los infractores y determinar su grado de responsabilidad, lo que culmina en la imposición de sanciones, medidas de seguridad o responsabilidad civil por parte del tribunal competente.
En este campo, se destacan dos categorías principales de procedimientos: los ordinarios y los especiales.
Los procedimientos ordinarios se dividen según la gravedad de la infracción:
-Procedimiento Ordinario por Delitos Graves: con penas privativas de libertad superiores a 9 años.
-Procedimiento Abreviado: para penas inferiores a un año o de naturaleza distinta.
-Procedimiento sobre Delitos Leves.
Por otro lado, los procedimientos especiales se aplican en situaciones específicas, considerando la naturaleza de la persona involucrada o el tipo de delito:
-Procedimiento Penal del Menor.
-Procedimiento contra Diputados y Senadores.
-Casos de Injurias y Calumnias contra Particulares.
-Delitos cometidos a través de la Imprenta y otros medios de publicación mecánicos.
-Delitos del Tribunal del Jurado: Con participación de un jurado popular.
-Delitos Rápidos: Iniciados a partir de un atestado policial.
Además, existen procedimientos especiales que no enjuician delitos, sino que cumplen otros objetivos:
-Procedimiento de Habeas Corpus: Implica la pronta presentación del detenido ante un tribunal.
-Procedimiento de Decomiso Autónomo: Utilizado para confiscar bienes en casos donde no hay una sentencia de condena.
La diversidad de estos procedimientos penales garantiza una respuesta eficaz a una amplia gama de situaciones legales. Si necesitas ayuda, no dudes en contactar con Alonso y Asociados. Somos un equipo multidisciplinar, especialistas en Derecho Penal.