El delito de maltrato animal sanciona una serie de conductas perjudiciales para los animales. Estas acciones pueden implicar causarles lesiones, provocarles la muerte, abandonarlos o maltratarlos de forma grave. El objetivo es proteger la vida y la salud de los animales, es decir, su integridad física y psicológica. La tipificación del delito de maltrato animal varía según la modalidad de maltrato ejercido, ya sea que cause lesiones o la muerte, o se trate simplemente de una conducta nociva sin un resultado específico. Es importante destacar que este delito también puede considerarse como continuado.

El tipo básico del delito implica causar lesiones a un animal doméstico o bajo control humano, siempre y cuando las lesiones requieran tratamiento veterinario y se realicen fuera de actividades legalmente reguladas, como la caza. Este delito se sanciona con penas de prisión.

Existen circunstancias agravantes que aumentan la pena del delito de maltrato animal, como el uso de armas peligrosas, el ensañamiento, la pérdida o inutilidad de un sentido u órgano principal, la autoría por parte del propietario o persona responsable del animal, la ejecución del acto en presencia de menores o personas vulnerables, entre otras.

En casos de maltrato grave sin lesiones o lesiones que no requieren tratamiento veterinario, se aplica una pena atenuada de multa o trabajos en beneficio de la comunidad, junto con la inhabilitación especial.

El abandono de animales también es considerado un delito. Para que se configure este delito, se requiere que la persona responsable abandone al animal bajo su cuidado en condiciones que pongan en peligro su vida o integridad.

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