En España, las agresiones físicas, delitos graves que causan daño y sufrimiento, llevan consigo el derecho de las víctimas a buscar compensación económica por los perjuicios sufridos. El Código Penal español, mediante los artículos 109, 116 y 119, establece que en delitos de lesiones, el agresor puede ser obligado a indemnizar a la víctima por daños y perjuicios. La cuantía se determina considerando lesiones, secuelas, dolor, entre otros.
Los daños indemnizables incluyen físicos, psicológicos, morales y patrimoniales. La cuantía se calcula evaluando la gravedad de las lesiones, las secuelas, el perjuicio estético, el daño psicológico y la edad de la víctima. El baremo de indemnización, actúa como referencia para valorar daños corporales y morales. Aunque no es aplicable directamente, los jueces pueden usarlo para determinar la indemnización en casos de lesiones graves.
La responsabilidad de pagar la indemnización recae en el agresor, ya sea persona física o jurídica, y puede ser establecida en procesos penales o civiles. Si el agresor carece de recursos, se pueden emplear mecanismos legales para recuperar la compensación.
En contextos laborales, si un empleado agrede a otro, el empleador puede ser responsable según la legislación laboral y las normas de responsabilidad civil.
El proceso de reclamación incluye la denuncia, evaluación médica, asesoramiento legal y negociación o juicio. La prescripción de la indemnización tiene un plazo general de cinco años desde la agresión, con excepciones para víctimas menores o con discapacidad.
La indemnización por agresión física busca compensar a las víctimas por los daños sufridos. Para ello, es esencial contar con asesoramiento legal especializado para un proceso de reclamación efectivo. En Alonso y Asociados estamos aquí para proteger sus derechos y buscar justicia. Somos especialistas en Derecho Penal.